Opinión
El nuevo poder de los Gobernadores/as Regionales
Fuente: http://www.eldivisadero.cl/redac-63342
Irina Morend Valdebenito – Geógrafa PUCV, Magíster en Desarrollo Rural UACH
El miércoles 14 de julio asumió la primera Gobernadora Regional de Aysén, un hito inédito de reconfiguración política territorial en la breve historia regional. El intendente cambia su rol y de alguna manera reduce su fuerza política, aunque mantiene el espacio territorial. El Gobernador en el mismo territorio, ocupa nuevos espacios de poder invisibilizados por el centralismo. Por ello es interesante observar el peso de cada actor en el escenario regional.
Lo primero, es destacar que la Gobernadora electa este 15 y 16 de mayo, fue elegida en primera vuelta con el 48,2% de los votos que en números significa 18.283 votos de un total de 37.524 personas que fueron a votar. Y digo destacar, porque la ganadora obtuvo una cifra superior a la suma de los tres diputados electos o dos senadores el 2017 (15.868 y 12.725, respectivamente). Visto solo desde el criterio de legitimidad por cantidad de votos, la Gobernadora Regional posee una representatividad ciudadana hasta seis veces mayor que el diputado con menos votos o dos veces mayor al más votado. Cabe señalar, que en el sistema de votación de parlamentarios concurren algunas variables que producen el efecto dispersión del voto, restando fuerza electoral. Pese a ello, obtuvo por sí sola casi la mitad de los votos escrutados.
Lo segundo a tener en consideración, es el potencial poder político de los Gobernadores. Parecía que se vería con el tiempo, mientras se organizaban y se instalaban. Por ello en medio de este escenario impreciso, el gobierno subestimando ese potencial poder, intentó a una semana de la ascensión, extraer $1.415 millones de los Gobiernos Regionales para ser traspasados a los Delegados Presidenciales Regionales. Mala idea, porque todos los Gobernadores con excepción de uno, no pertenecen a la coalición política de gobierno y rápidamente se organizaron en la Asociación de Gobernadores y demostraron quien es el alfa de la manada. El gobierno tuvo que dar pie atrás y anular el decreto que retiraba los recursos. El reequilibrio del poder ya había comenzado.
Lo tercero, en lo regional una de las relevantes interrogantes es el potencial conflicto entre Gobernadores y Delegados Presidenciales Regionales. En la separación de cargos, los delegados heredaron de los intendentes las funciones de interior: coordinación y control de las policías, extranjería, gestión de emergencias, pero, además, la coordinación de los Servicios Públicos dependientes del ejecutivo. Los Gobernadores se llevaron las funciones ejecutivas y políticas para dirigir las regiones y se quedaron con recursos propios, aunque, solo pueden coordinar las funciones de los servicios traspasados. Sin embargo, es relevante prestar atención a las señales políticas, sobre el trabajo con los distintos sectores del Estado porque es ahí donde también se reequilibra el poder descentralizado. Los sectores ejecutan recursos propios, pero también llevan una agenda programática con recursos del Gobierno Regional, que, al momento de asumir la nueva autoridad solo habían logrado un 34% del gasto. Estos aspectos demarcan una nueva relación con los sectores.
En teoría, el protocolo para canalizar las negociaciones de recursos entre los sectores y el Gobierno Regional, debiera pasar por el cargo del Delegado y ser articulado por éste. Pero en la práctica, la historia de la articulación regional dice que cada sector se debe primero, a su Ministerio o Dirección Nacional y segundo, que tiene Políticas y Programas que no conversan intersectorialmente. Este modelo feudal de control centralizado que se ha fortalecido con los años, deja libertad de acción para negociar, tal como se ha hecho hasta el momento, directamente con Gobierno Regional.
Lo cuarto y final, hemos visto una nueva reconfiguración político territorial de autoridades electas. En una región con diez comunas, siempre se esperó que los alcaldes trabajaran en conjunto por el desarrollo de la región. Sin embargo, dicha alianza por muchos años no logró tomar forma de poder político territorial cohesionado. Pero la primera señal, fue esperanzadora. El liderazgo de la agenda política territorial la puso la Gobernadora recién asumida, al convocar a los diez alcaldes, todos varones, para dialogar sobre las necesidades, dificultades y prioridades de las comunas y definir una agenda conjunta.
Al parecer los Gobernadores Regionales pasarán en el corto plazo a ser una figura bastante menos decorativa de lo que se pensaba. El rugido de esta semana fue una tenue señal de la potencial fuerza colectiva de lo que podrían lograr. Dependerá de los liderazgos.