Opinión
Entrevista Alejandro Guillier: «Si no hay autonomía financiera, no existe descentralización real»
VISITÓ LOS RÍOS. El senador busca generar en regiones un movimiento transversal para acelerar el proceso de descentralización. Afirmó que las reformas aprobadas son un comienzo.
Durante tres días el senador por Antofagasta y presidente de la Comisión de Descentralización del Senado Alejandro Guillier, estuvo en Valdivia. Lideró distintas reuniones con parlamentarios, dirigentes políticos y sociales, y representantes de la academia. Ello, con el objetivo de generar un movimiento en regiones que acelere el proceso de descentralización.
«La regionalización es política», afirmó el ex candidato presidencial por la centroizquierda, porque se trata -aseguró- no sólo de distribuir facultades administrativas sino también de transferir poder a los territorios, instalar capacidades y crear un sentido de identidad.
Y en ese proceso -destacó- la ciudadanía debe ser protagonista para que la descentralización del país no quede sólo en la ley, en el papel. «Este es un tema que no debe dividir a los chilenos», sostuvo el parlamentario.
-¿La reforma constitucional aprobada para la elección del gobernador regional y la ley de traspaso de competencias responden al anhelo regionalista de avanzar en la descentralización?
-Es un comienzo. Pero tiene que precipitar un proceso de avance gradual, pero consistente y firme hacia el empoderamiento de las regiones para que la toma de decisiones que afecta la vida de los vecinos se haga en los territorios, es decir, en las regiones y en las comunas. Ése es el verdadero propósito. Es desencadenar un proceso.
-¿Por qué ha sido tan largo el proceso para instalar la descentralización y elegir en 2020 al gobernador regional?
-Desde fines de la década de 1830, después de la independencia, se impuso un criterio centralizador en un Chile que iba de La Serena a Concepción. Por lo tanto, había una clase gobernante y terrateniente bastante unificada en sus intereses y en sus necesidades en un mismo paisaje y en una misma economía. Pero en la medida que Chile crece hacia al norte y crece hacia el sur, el país se hace diverso y esa diversidad nunca se ha expresado en nuestra institucionalidad y eso ahoga a las regiones. Tenemos la convicción de que Chile no va a ser un país desarrollado si no se descentraliza la toma de decisiones y se genera en las regiones un verdadero poder. Por eso lo que estoy haciendo al recorrer el país es invitar a todos los que son partidarios de la regionalización a generar un movimiento que apure este proceso. Ya en el Congreso formamos la Bancada Regionalista, con parlamentarios de todos los sectores políticos, desde la UDI al Frente Amplio, todos coincidiendo en eso. Ahora, también hay detractores, pero los que somos partidarios tenemos que hacer un frente común y avanzar.
-¿Cuesta tanto ceder el poder?
-Chile tiene un poder presidencial muy fuerte, un Congreso muy débil y no hay gobiernos regionales, lo que hay son administraciones regionales. El intendente no es un gobernador, no da dirección política, él es un ejecutor de decisiones que se toman en la capital y lo mismo le pasa a los municipios, que tienden a ser muy concentrados en el alcalde y hay poca participación de los concejales, por ejemplo, y de la comunidad. Depende mucho del liderazgo del alcalde, si él es autoritario los concejales no juegan ningún rol relevante y la comunidad tampoco.
Ahora, hay municipios donde los alcaldes toman en debida consideración a sus concejales y además escuchan a los vecinos. Todo ese tejido social de la comuna hay que integrarlo en la toma decisiones.
Entonces, no es sólo elegir al gobernador regional, es precipitar en la región una relación de igualdad, por eso es que junto con la regionalización necesitamos una reforma al sistema municipal para que, a su vez, los alcaldes compensen el peso del gobernador, si no vamos a tener centralismo regional.
-Hasta 2022 el gobernador regional recién podrá pedir traspaso de competencias al Presidente de la República, en la práctica ¿podrá cumplir su función bajo estas condiciones que establece la ley?
-Van a vivir años críticos. Creo que hay que acelerar el proceso y por eso estamos recorriendo el país, invitando a todos, a los empresarios, a los trabajadores, a los profesionales, a los dirigentes sociales y políticos a trabajar juntos para acelerar este proceso de transferencia de competencias y que no sean arbitrarias, que no sea porque el Presidente quiere o no, porque se puede prestar para una manipulación política de la descentralización, sino que sean realmente transferencias definitivas a las regiones. Ahora, que hay que hacerlo de forma gradual, sí, me parece bien la gradualidad, pero creo que debemos acortar los plazos.
-Finalmente un comité interministerial será el que recomiende al Presidente qué competencias traspasar…
-Es un proceso que expresa dudas y vacilaciones, claro, pero nosotros nos jugamos para avanzar igual, porque si no elegíamos al gobernador regional no precipitábamos los hechos ni generamos la presión, pero sí estamos conscientes de que tiene muchas incoherencias en las competencias.
Esta misma figura del delegado presidencial (representante de La Moneda en cada región) nunca estuvo en el origen del proyecto, era transferir competencias a las regiones, pero el complejo centralista se cruzó y todavía no sabemos quién lo presentó y apareció de pronto esta idea del delegado presidencial.
-¿La figura del delegado presidencial va a debilitar al gobernador regional?
-Lo vemos como un potencial foco de conflicto. No estaba en nuestra idea original. Esperamos que lo podamos ir resolviendo y que se vayan transfiriendo las competencias de este delegado crecientemente hacia el gobernador elegido por voto popular.
-Usted ha sido promotor de la Ley de Rentas Regionales, ¿se ven avances en esta iniciativa?
-La batalla que viene ahora, y espero que este año el Gobierno envíe el proyecto al Congreso, son los impuestos regionales y las rentas regionales y municipales que tienen que tener relación con esta descentralización. Si no tenemos financiamiento en las regiones y manejo autónomo de aquello no existe la regionalización ni la descentralización. Es más, he manifestado públicamente mi disposición a revisar y perfeccionar la estructura tributaria de Chile que es un tema que el Presidente Piñera planteó en su campaña y yo estoy dispuesto a abrirme al tema, pero con una condición: impuestos regionales. Si no hay cumplimiento de impuestos regionales, no vamos a aprobar ninguna revisión de la estructura tributaria.
-¿Ve en el Gobierno una señal de que efectivamente se aborde esta materia?
-No ha sido claro hasta ahora y eso nos preocupa. Pero hay un compromiso con la Bancada Regionalista del Senado y de la Cámara de Diputados; conversamos con el ministro del Interior Andrés Chadwick y le pedimos una mesa de trabajo formal con parlamentarios, funcionarios de Gobierno, organizaciones sociales, gremiales y empresariales para empezar a trabajar este tema.
En segundo lugar, hemos realizado reuniones con la Central Unitaria de Trabajadores, con la Confederación de la Producción y del Comercio y nos juntaremos con los mineros y con la Sofofa para transformar esto en un gran movimiento nacional. Y, sobre todo, a nivel de regiones, empoderando a la gente, porque todos ganamos con la descentralización.
-¿En la instalación de este proceso de descentralización, qué rol debe cumplir la sociedad civil?
-La gracia de esto es democratizar, porque en el fondo lo que estamos haciendo es distribuir poder. Cuando se crearon las regiones se habló de descentralización en los años 80, pero eso no se ha traducido en generar poder local. Acá hay que generar las capacidades para tomar decisiones y la voluntad política con un criterio de región, donde las diferencias se expresen dentro de una matriz común de impulsar el proyecto de desarrollo de cada región desde la región, con todos los habitantes, en un debate democrático.
Por eso, somos partidarios de tres grandes reformas: regional, municipal y de fortalecimiento del tejido social. Esto es, juntas de vecinos, clubes deportivos y de adultos mayores, organizaciones ambientalistas y animalistas, porque finalmente la mayoría de los problemas se resuelven en ese tejido social, así son las verdaderas democracias .
-Se conformó en Valdivia la Red de Centros e Institutos de Estudios Regionales de universidades chilenas con la finalidad de acompañar y apoyar los procesos de participación y descentralización, ¿cuál es el aporte que estas instituciones y la academia pueden realizar?
-Somos partidarios de que cada región de Chile tenga al menos una universidad pública compleja y no digo sólo estatal, sino pública. Muchas universidades de regiones, como la Austral de Chile o la de Concepción nacieron por el impulso ciudadano, lo mismo la Universidad del Norte que hoy día es la Universidad Católica del Norte y que fue empujada por los jesuitas y por muchos antofagastinos. Esas universidades tienen a mi juicio un sentido público y están comprometidas con sus regiones y con su identidad. Ahí está la capacidad crítica organizada, ahí podemos hacer estudios, investigaciones, propuestas técnicas para darle respaldo a las decisiones vocacionales de los habitantes. Nosotros podemos tener una aspiración, pero eso hay que traducirlo en proyectos concretos y las universidades pueden suministrar mucho fundamento técnico a las propuestas que surjan de la ciudadanía. Por eso, hay que integrarlas absolutamente.
«La oposición va a ser exitosa si es capaz de unirse»
En Valdivia, Guillier también se refirió al futuro de la centroizquierda y su rol como oposición. «Estamos impulsando el proceso de regionalización y a partir de eso le damos un objetivo a la oposición, porque es un tema que lo compartimos todos. La oposición va a ser exitosa si es capaz de unirse en torno a objetivos comunes. En paralelo a la actividad parlamentaria y académica estamos trabajando políticamente para que tengamos el convencimiento de que hay que volcarse a la ciudadanía», dijo y en esa línea añadió que «la unidad de nuestro sector se va a dar en la base social, lo tratamos de hacer en la campaña presidencial donde hablamos de gobierno ciudadano, pero a los partidos les costó entender porque están acostumbrados a mirar a Chile desde arriba». En relación a la cabida de la Democracia Cristiana y el Frente Amplio en la unidad de la centroizquierda, el senador planteó que «el mayor error que puede cometer la oposición es que los temas los decidan las cúpulas políticas, con esto están perdiendo el tiempo y creando odiosidades innecesarias. Lo que debe hacer la oposición es irse a terreno a trabajar con la gente; cuando trabajas con juntas de vecinos tratando de resolver los problemas de la gente, nadie te pregunta si eres comunista, democratacristiano, socialista, PPD o UDI, la gente quiere que le resuelvan los problemas, estemos ahí y ahí se va a dar la unidad, porque la unidad se da en el pueblo».
Apoyo a la creación de una nueva comuna
Tras realizar una charla el sábado sobre descentralización fiscal en la Escuela de Invierno de Formación Ciudadana, organizada por el Centro de Estudios Regionales y del Desarrollo Territorial de la Uach, el senador Alejandro Guillier firmó una carta compromiso en apoyo a la iniciativa de creación de la comuna Liquiñe-Coñaripe-Pucura. «Para la Corporación de Desarrollo Coñaripe-Liquiñe es sumamente importante lo que ha hecho el senador Alejandro Guillier al comprometerse como senador de la República con una firma para apoyar la iniciativa. Él es un senador regionalista y, además, ha pedido que le adjunte una serie de documentos porque va a elevar al Presidente Sebastián Piñera desde el Senado una iniciativa de proyecto para que Coñaripe se transforme en comuna», destacó Alfonso González, presidente de la Corporación.
Fuente: http://www.australvaldivia.cl/impresa/2018/07/02/full/cuerpo-principal/2/