Opinión
Contaminación del aire y centralismo en La Araucanía. Los efectos de una política lenta e ineficaz
Por Mario Rozas Poblete
Presidente del Capítulo Regional Araucanía
Fundación Chile Descentralizado
“El peor aire del mundo no está en Beijing o Nueva Delhi”, está en Temuco. Así de tajante son los resultados del estudio publicado por el medio económico Bloomberg. Sin embargo, esta es una realidad que ya venimos asimilando hace bastante tiempo, y frente a la cual, a pesar de los esfuerzos que gobierno tras gobierno se realizan, no mejora, incluso, pareciera empeorar.
Hace ya 10 años se vienen implementando medidas en torno al Plan de Descontaminación Atmosférica de Temuco y Padre Las Casas, el cual ha orientado sus medidas a dar solucionar o mitigar el impacto generado por la combustión a leña, base de la calefacción domiciliaria en nuestra región. Es por ello que las acciones están destinadas al recambio de calefactores, la aislación térmica de los hogares, al uso de leña seca, y a una mayor conciencia, educación y fiscalización de las medidas.
Este famoso PDA, en la teoría, parece ser un instrumento integral, sistémico y coherente con la problemática regional, pero ¿por qué entonces en 10 años no ha dado resultados? La respuesta se puede encontrar en la lentitud de las acciones de la política pública, donde la gran mayoría son aplicadas desde las instituciones del gobierno central (Ministerio de Medioambiente, Ministerio de Energía, etc.), y que no logran alcanzar metas significativas en el tiempo que generen un impacto significativo en la mejora de la calidad del aire.
Tal vez, si Providencia, Las Condes o Santiago centro fuesen las comunas con esta realidad, ya se hubiese destinado los recursos necesarios para atacar la fuente del problema, pero al ser una ciudad de regiones, con una institucionalidad pública centralizada, finalmente se aplican políticas ineficaces. Simplemente, no llegamos a tiempo, y en este tiempo, miles de personas mueren producto de enfermedades respiratorias a causa de este aire, provocando a su vez, un mayor gasto fiscal en salud.
El nuevo escenario de mayor descentralización con Gobernadores Regionales electos, nos permitirá como Araucanía proponernos la meta clara de mejorar la calidad del aire tanto en Temuco como en el resto de las comunas de la región. Para ello se requerirán muchos recursos de manera de llegar más rápido con las acciones de la política de descontaminación atmosférica. Por esa razón, llevamos años solicitando a los gobiernos de turno que se diseñe, tramite y promulgue una Ley de Financiamiento Regional, que permita una mayor decisión del gasto público en las propias comunas y regiones. Hoy, en La Araucanía, la decisión del gasto vía FNDR representa un 10% frente al 90% sectorial, por lo cual esta lentitud centralizada no es la solución como hemos visto en este caso.
La mesa de 3 patas aún está coja. Al poder político descentralizado a través del Gobernador Regional y al traspaso de competencias administrativas debemos sumarle lo relativo a los recursos. El financiamiento regional es clave para que la nueva institucionalidad pública se pueda llevar a cabo. La descentralización puede contribuir a dar solución a este tipo de problemas recurrentes en nuestra región, y así, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de todo el territorio.