Opinión
El centralista Harboe y la disonancia con los intereses de su región
Por Esteban Valenzuela
No le creo a Harboe pues considero que actúa de manera artera con el interés del país, pero respondo sus diatribas para hacer claridad en el debate sobre la elección de gobernadores regionales. Tras estar aprobada la reforma constitucional para su elección y enviado con urgencia el proyecto de traspaso de competencias al Senado, Felipe Harboe, en una jugarreta como Presidente de la Comisión de Constitución, pidió el proyecto para poder dilatar su aprobación. Simple maña porque no se le conoce, ni a él ni al PPD, propuesta «consensuada» alguna de mejoras respecto del mismo.
Artimaña dilatoria del «Partido del Orden» al cual como buen lagüista Harboe pertenece, y que distrae la elección de gobernadores con discursos totalizantes acerca de rediscutir primero el modelo global de Estado y volver a las macro regiones. Por cierto extraña contradicción de Harboe quien ha impulsado Ñuble Región y con su dilación al proyecto de elección de gobernadores ha generado que sectores de la DC paralicen la votación en particular en la Cámara de la nueva Región de Ñuble, en respuesta al senador “boicoteador”.
Felipe Harboe es uno de los principales brokers territoriales y neo clientelares del país, como los definió Arturo Valenzuela para referirse a los parlamentarios que no aceptan un poder regional autónomo y se la viven tramitando «leyes especiales», haciendo sentir a las comunidades que ellos «consiguen los proyectos» y presionando por el nombramiento de cuanto funcionario público pueden, desconcentrándose de la legislación nacional para lo cual fueron electos y que debe velar por el interés regional, aunque Harboe sea uno de los tantos santiaguinos de visita en las regiones.
En los gobiernos de Aylwin y Frei hubo ternas para seremis y diálogo plural de partidos con los intendentes. Con Lagos se exploró algunos independientes, pero se achicó la designación a los grupos hegemónicos de los partidos: pacto laguismo con Girardi en el PPD; de freístas con gutistas en la DC, de escalonismo, terceristas y Renovación en el PS.
Harboe me acusa de buscar «pega política» cuando jamás he tenido cargo público designado desde que llegó la democracia. Fui alcalde y parlamentario por Rancagua con votación popular. También habla de inconsistencia intelectual. Uf! que cuesta sacar un doctorado y yo lo hice en Wisconsin, Estados Unidos, donde está el centro de mayor connotación a nivel mundial para generar una descentralización con intergubernamentalidad entre los tres niveles de gobierno. La GUZ del Estado alemán me contrata como asesor senior en varios países latinoamericanos. Le enviaré a Felipe Harboe un link a una veintena de libros, capítulos y artículos indexados sobre estas lides intelectuales para que se instruya en lo comparativo y conceptual, a ver si se interesa de verdad.Con Bachelet ha habido entrega al Ministerio del Interior y a los senadores y/o diputados más votados en sus regiones, sobre todo senadores que en las empatadas votaciones en la Cámara Alta, hacen pesar su voto (uno de cinco) o chantajean abiertamente para fortalecer su red de funcionarios adeptos. Muchos parlamentarios prometedores se envilecen en la epidemia de cargos y se alejan de articular políticas transformadoras. Varios de ellos dicen que apoyan la descentralizan y hoy vetan el proyecto en su etapa final sin decirnos qué quieren, como Felipe Harboe, Ricardo Lagos Weber, Adriana Muñoz, EugenioTuma, Carlos Montes, Alfonso De Urresti, Juan Pablo Letelier, entre otros.
El senador debate con disonancia cognitiva, tratando de producir nebulosa en la verdad. Todos los sistemas de Ordenamiento Territorial (PROT) tienen pactos entre los entes democráticos y tecnocráticos de las regiones con los ministerios centrales, los que ponen sobre la mesa cuestiones estratégicas y deben ser parte de los mismos, como Defensa (del cual Harboe fue subsecretario en Carabineros), el que tiene paralizado varios casos de planificación del borde costero porque la Armada y sus servicios no determinan el límite de las altas mareas.
Colombia que es un país paradigmático en gestión de riesgos, tienen esta gobernanza compartida entre entes regionales, académicos y agencias estatales para planificar el territorio. En Chile se crea el Conacivyt que agrupa a Vivienda, Transporte y el MOP para pactar con los Gobiernos Regionales. Si sería positivo que se diera un plazo para que estos instrumentos estén en vigencia (máximo 2019) y se apoyen casos como el propio Bío-Bío y Los Ríos que avanzan y muestran voluntad de pensar en lógica de un nuevo desarrollo y sustentabilidad con respeto a las comunidades indígenas.
Harboe se cuestiona que el Gobierno evalúe el traspaso de competencias y lo mejore, diciendo livianamente que los GOREs sólo aprueban el FNDR fijado por Hacienda, cuando hace más de una década hacen convenios de programación, asignan los FICs para innovación (gracias a los parlamentarios que nos jugamos por el royalty minero, además de lograr el aporte regional de los casinos). Es más, países unitarios autonomistas refrendan los pactos de competencias a nivel central como España y, en Chile, fue el propio Senado quien pidió un sistema flexible para que cada región según su realidad pidiese competencias adicionales. Harboe, en su disonancia, parece ajustar la realidad a sus argumentos mintiendo, no lee los proyectos de ley los que entregan «ya» una serie de competencias nuevas a las regiones y al gobernador electo asumiendo la propuesta de la Comisión Presidencial para la Descentralización 2014 (acuerdo unánime, intelectual colectivo que me toco presidir): divisiones de transporte, social y fomento (con pilotajes en curso incluyendo Bío Bío) y poder en medio ambiente, disposición final de la basura y la mentada gobernanza metropolitana, que es urgente para el Gran Concepción. Todo sin crear un nuevo nivel de gobierno, sino dándosela al Gobernador con el CORE y el Consejo de los Alcaldes. Si esto no es traspaso de poder real, no sé en qué mundo vive Harboe o como piensa el poder real.
Finalmente, el senador menciona en general la ley de rentas regionales que la Presidenta ha dicho una y otra vez se enviará «destrabada la elección de gobernadores» para así completar el triángulo virtuoso de descentralización política, administrativa y económica. La Comisión Presidencial con los 16 cabildos regionales (Chillán exigió el suyo), consensuó coparticipación en renta nacional, tributos regionales de las empresas por recursos naturales (forestales, eléctricas, puertos, mineras, entre otras), mayor impuesto predial a las municipalidades, a cambio de servicios garantizados, y posibilidad de hacer mega obras de infraestructura comprometiendo a largo plazo hasta el 10% de sus ingresos anuales en empréstitos o bonos. Ojalá que a Felipe Harboe, del ala liberal de la socialdemocracia tradicional chilensis, no lo pautee el CEP y El Mercurio, y a la hora de la ley de rentas regionales muestre autonomía frente a de los poderes fácticos.
No hay excusas, senador: destraben y voten un proyecto que literalmente ha costado sangre sudor y lágrimas en las tierras del Bío-Bío que representa. Sean leales, además, con la Presidenta a quien dicen apoyar.