Opinión
El sentido de la cooperación intra-territorial
Por Irina Morend Valdebenito, Geógrafa PUCV – Magíster en Desarrollo Rural UACH – Presidenta Fundación Territorios Inteligentes
La cooperación en el presente es vista como una de las estrategias más atrayentes para abordar el desarrollo territorial y por ello es necesario comprender el sentido de la cooperación.
La definición de la Academia de la Lengua Española, señala que cooperar es obrar juntamente con otro u otros para la consecución de un fin común.
En lo territorial, la cooperación puede ser una herramienta, una estrategia o una acción que facilite la resolución de problemas locales o bien, el logro de beneficios comunes.
Pero la cooperación cuenta con bases éticas. Según la filósofa española Adela Cortina, esta base es la reciprocidad. La reciprocidad significa que por la inversión que hace cada persona en tiempo y recurso obtiene a cambio una recompensa que puede ser inmediata o diferida. Aquella recompensa no tiene que ser necesariamente en dinero o bienes materiales. También la inmaterialidad, como el reconocimiento público o el logro de los objetivos, son mecanismo de recompensa legitimados en la cooperación. Pero la cooperación no es solo altruismo, también sostiene sistemas económicos, relaciones entre estados e inclusive redes de narcotráfico.
El ingrediente importante de la cooperación es el uso de la inteligencia colectiva. La inteligencia colectiva es propia del ser social y es parte de la caja de herramientas humanas para resolver las complejidades del medio natural y cultural. Pero como señala el neurocientífico argentino Facundo Manes, la inteligencia colectiva no es la suma de varias inteligencias individuales, sino la integración de éstas.
¿Cuál es la utilidad de la cooperación en el ámbito territorial? La historia local nos revela algunas ideas que pueden facilitar la reflexión más allá de la expectativa. Un ejemplo de cooperación fue la creación de la primera escuela del Valle del Ñirehuao en el sector Arroyo El Gato en 1954. Dicha escuela fue resultado de un proceso colaborativo entre los vecinos del sector, en el cual, se organizaron para lograr que las autoridades de la época implementaran la educación básica, dado que las escuelas se ubicaban a gran distancia en Argentina o en Coyhaique. En dicho momento, la necesidad de alfabetizar a los hijos de las familias que habían poblado aquella parte del valle era el motor de la cooperación. En un contexto similar, en 1969, con la fundación de la Escuela de Villa Ñirehuao, la comunidad del valle se organizó, en este caso, no para solicitar la escuela sino para colaborar con la que se había puesto en marcha. En dicha época la necesidad de alfabetizar y formar a los hijos de familias campesinas era prioridad tanto del Estado, como de los colonos. Con la expectativa de una nueva escuela pública que beneficiaría al valle, se movilizó una comunidad completa. ¿Cómo funcionó la cooperación? dado que en sus inicios no se contaba con toda la infraestructura y personal, las familias proveían insumos para su funcionamiento, los profesores además de formar preparaban la alimentación, los campesinos aportaban con la carne y leña, y los padres la picaban y ordenaban. En ese torbellino de cooperación, se organizaron los clubes deportivos, centros de madres, y se realizaban las festividades patrias. Con la cooperación se fue resignificando el sentido de escuela y comunidad.
De dicha experiencia es posible recoger algunas reflexiones. En este ejemplo real, los actores territoriales obraron conjuntamente para lograr un fin común: Instalar escuela en el primer caso, y colaborar con la puesta en marcha en el segundo. Aquello respondía a una necesidad sentida y urgente, que era alfabetizar a la población campesina por la ausencia de educación formal. La reciprocidad se producía por la recompensa de que los hijos obtuviesen la formación básica escolar, pero, además, en la acción de cooperar. Cuando se coopera se establecen relaciones con otros y se van generando lazos y vínculos que se trasfieren a otros espacios, por ejemplo, la integración a otras organizaciones sociales. La inteligencia colectiva configuraba las soluciones no solo porque cada uno cumplía un rol específico, sino porque las ideas y acciones de unos se iban complementando con otros y aquello iba agregando valor a dicha cooperación.
Estas reflexiones más que responder, abren interesantes preguntas a discutir ¿Qué beneficios o problemas son los más sentidos de una comunidad para desplegarse a cooperar? ¿cuáles son los espacios que se ha dejado a los territorios para que puedan generar estrategias de cooperación?
Fuente:http://www.eldivisadero.cl/noticia-64026