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Encuesta Barómetro Regional en la región de La Araucanía 2022: la importancia del levantamiento de datos desde la percepción ciudadana para la descentralización
El Barómetro Regional busca estudiar la percepción ciudadana acerca de las regiones del país, fortaleciendo así la deliberación pública y apoyando la movilización de las sociedades regionales hacia una mayor y mejor descentralización.
Tiene como objetivos producir conocimiento sobre el territorio regional a partir de las percepciones de sus ciudadanas y ciudadanos,
que contribuya a estrategias de potenciamiento del diálogo intrarregional y el proceso descentralizador, contar con una encuesta presencial periódica a muestras de población estadísticamente representativas de las regiones y territorios.
Además, busca convertirse en una instancia permanente de socialización de información en las regiones, para discutir e influir en el diseño de políticas públicas regionales orientadas a potenciar el desarrollo endógeno, a partir de la ciudadanía.
En este contexto, en conversación con Emilio Moya Díaz, sociologo, académico Universidad Católica de Temuco y colaborador del Centro de Políticas Públicas de la misma casa de estudios, se detallaron diversos resultados.
Durante la encuesta, se realizaron diversas preguntas sobre las percepciones que existen en relación a temáticas propias de la región. Al consultar sobre tres principales temáticas a abordar por el Estado chileno con los pueblos originarios, se observa una priorización en dos áreas en particular: un 82% (sumatoria de tres menciones) indicó prioridad la erradicación de la violencia en las comunidades y el territorio.
Adicionalmente, se visualiza que un 42% de las personas en la región asocian las demandas indígenas a la defensa de la cultura originaria, un 18% a grupos violentos y un 16% al narcotráfico.
Sin embargo, en la defensa de la cultura originaria, se puede observar una diferencia en la respuesta por el sexo de la persona consultada, considerando que un 34% de las mujeres asociaron esta temática, en contraste con un 51% de
hombres.
Asimismo, existen diferencias en la misma respuesta por grupo etario, con un 25% de personas entre 45 y 54 años asociando la defensa de la cultura originaria a las demandas indígenas, en comparación a un 53% del grupo entre 18 y 29 años.
Los otros grupos etarios tiene menor diferencia con el promedio regional: un 32% de personas de 65 años o más, 46% de personas entre 30 y 44 años y 49% el grupo de 55 a 64 años.
Por otro lado, al consultar por cómo se visualiza la relación entre el Estado chileno y el pueblo mapuche en los próximos dos años, un 15% de las personas de la región indicaron que ésta es buena o muy buena, mientras que un 48% la consideran mala o muy mala y un 34% indica que no es ni buena ni mala.
En esta misma línea, si bien un 26% de las y los habitantes de La Araucanía manifiestan que el principal problema regional es el desempleo y un 19% considera que es la delincuencia, un 40% el clasifica el conflicto chileno-mapuche como prioritario.
Al analizar estos resultados por comuna, se observa una diferencia en la respuesta entre residentes de la capital regional y quienes viven en otras comunas: un 53% de las personas de la capital regional consideran el conflicto chileno-mapuche como el principal problema en La Araucanía, en contraste a un 34% de quienes habitan en otras comunas de la región.
Bajo este contexto, el experto detalló que uno de los principales desafíos en la región es poder visibilizar los problemas y las necesidades que tiene más allá del conflicto actual entre el Estado y los pueblos originarios.
«Se necesita aceptar a los diferentes de actores y también no se tiene que culpabilizar de todo lo mal en La Araucanía al conflicto chileno-mapuche. Obviamente desde lo social de alguna manera todos los fenómenos pueden estar implicado, pero acá hay otros problemas que también son estructurales», detalla Moya.
En ese sentido, agrega que «a mí me parece que las universidades tenemos que ayudar a establecer diálogos y políticas públicas y programas sociales bien contextualizados a las particulares de este territorio».
Finalmente, el especialista destaca que este tipo de estudios ayuda a entender y levantar información desde las comunidades y territorios, la cual sirve para descentralizar las políticas públicas que se desarrollan el la región.