Noticias
Entrevista Jaime Bellolio «Estoy de acuerdo con hacer la elección, siempre que no elijamos a una suerte de monigote sin atribuciones»
«Las elecciones (de gobernadores regionales) tienen que hacerse», advierte el diputado Jaime Bellolio (UDI) en medio de la polémica que se ha instalado en el mundo político respecto a la inviabilidad de elegir autoridades regionales sin atribuciones que lidera su partido y Evópoli. Es por eso, agrega el díscolo del gremialismo, que es importante que se haga el traspaso de competencias antes de realizar los comicios. «Lo único que haría posible que las elecciones se postergaran es que termináramos por escoger a un gobernador regional sin las atribuciones», subraya.
– ¿Qué hacer en este caso?
– Hay que poner el acelerador a fondo en el estudio del traspaso de las competencias para que los escojamos tal como lo definimos en la legislación pasada.
– Sin embargo, ha pasado un año y medio desde que asumió el Gobierno y no se ha avanzado. Tampoco hay urgencias y para la elección queda poco más de un año.
– Lo que ocurre es que la legislación de transferencia de competencias no era una buena ley. Fue un legado de contradicciones, duplicación de funciones, etc. Resolverlas no es sencillo y me parece un plazo límite para resolverlas que podamos tener las elecciones a tiempo tal como lo habíamos previsto en el gobierno pasado. Yo tengo la disposición de que se hagan las elecciones con traspaso de funciones. Para eso se requiere la mesa de trabajo que anunció el Presidente en la Cuenta Pública, pero también un consenso y que esto no se empiece a mirar sólo desde la perspectiva de la conveniencia política en términos de las elecciones. O sea, no por si le conviene o no a una u otra coalición la elección de los nuevos gobernadores, sino por el sentido que ésta tiene y que es que haya mayor poder de decisión de las regiones en sí mismas respecto a la centralización que existe en Santiago.
– ¿Qué pasará si no se logra avanzar lo suficiente con estas herramientas?
– Si no se avanza nada y no hay ninguna posibilidad de generar consenso en las nuevas competencias, creo que estaríamos generando un problema gravísimo para la ciudadanía porque le estaríamos diciendo que tiene que elegir a una autoridad que no va a tener ninguna de las competencias que la gente espera que tenga. Si eso ocurriera, que es el peor de los escenarios, estaría de acuerdo en revaluarlo, pero mis expectativas y mi disposición es que las elecciones tengan que hacerse en la fecha acordada y que se haga el traspaso de competencias antes de que eso ocurra.
– Evópoli y la UDI, al pedir que no haya elección, están tirando la toalla antes de tiempo.
– No siento que estén tirando la toalla, lo que están haciendo es poner el énfasis en el traspaso de la competencias y en la urgencia de que esto así ocurra. Por lo tanto, de generar el consenso político en torno a este tema. Y siempre pareció como algo secundario. De hecho, en el gobierno anterior no había mucha intencionalidad de generar el traspaso de competencias. Esto suele ser paralizado por personas que dicen «bueno, si ahora estamos en el Gobierno y mañana vamos a volver a estar en el gobierno, por qué habríamos de deshacernos de cierta administración de poder. Yo sí creo en la descentralización y la desconcentración de poder en términos de Santiago; me gusta que haya mayor diversidad en las comunidades rurales y en las regiones, pero si vamos a terminar escogiendo una suerte de monigote, sin mucha atribución ni capacidad, al final va a generar más decepción en la ciudadanía que otra cosa. Por eso el desafío para nosotros, más de si postergamos o no la elección, es que a la fecha del proceso estén traspasadas las competencias.
– ¿Cree que la mesa que anunció el Gobierno puede ponerle el acelerador a estas reformas o sólo va a servir para instalar las justificaciones para no hacer la elección el 2020?
– Es que yo veo dos grupos: uno que puede buscar excusas para no entregar competencias y no hacer elecciones y otro que puede buscar las mismas excusas para no otogar competencias con tal de pegarle políticamente a este Gobierno y retrasar las elecciones. Ninguna de estas opciones me parecen razonables, por eso esperaría que estos dos extremos, a los que no les gusta la regionalización y a los que quieren ocupar esto para pegarle al Gobierno, dejaran sus armas de lado y más bien se sentaran en una mesa de conversación para ver la mejor política de descentralización y desconcentración del país.
– En la oposición hay quienes creen que la falta de avance y de urgencia tiene que ver con un tema de cálculo electoral, señalando que al Gobierno le conviene mantener el actual sistema porque tendrá 16 «jefes de campaña» en las regiones de cara a la próxima elección presidencial.
– No tengo esa interpretación, porque ideológicamente este gobierno sí está comprometido con la descentralización y desconcentración a diferencia de lo que ocurría en la administración anterior. Hay que recordar que igual La Moneda va a poder nombrar delegados presidenciales con responsabilidades muy relevantes. Nosotros no hicimos una legislación que transformara a Chile desde un Estado unitario a uno federal. Fue parte de la discusión y eso no se logró. Hay experiencias en el mundo, como en España o en Argentina, donde el resultado no ha sido muy bueno en lo que respecta a responsabilidad fiscal, o cuáles son las reglas que pueden cambiar región por región. Ese tipo de debate, que pareciera que es menor, no lo es. Esa es la etapa en la cual estamos viviendo, pero no veo ninguna intencionalidad del Ejecutivo de querer retrasar esto. Lo que veo es una dificultad política objetiva en definir cuáles son exactamente las competencias que tienen que transferir.
– Tampoco hay ley de rentas.
– Por un lado está la ley de renta para poder financiar a las regiones y, por otra, lo de no acercarnos demasiado a un Estado Federal, salvo que queramos hacerlo como tal. Una situación intermedia de no ser Estado Federal, sino que unitario presidencial, pero con algunos componentes de Estado Federal, es un sistema que no le sirve a nadie. Y en eso el gobierno anterior podría haber sido más explícito en lo que es la responsabilidad fiscal que también le compete a las nuevas autoridades regionales. Es fácil girar en base a recursos que no se tienen y después presionar para que lleguen. Tiene que haber una responsabilidad fiscal, pero para que la haya, deben haber también atribuciones claras de qué se puede o no hacer con los gobernadores regionales.
– ¿Puede darse que haya elección sin atribuciones y que al día siguiente estén 12 o 14 gobernadores, con un caudal de votos importante, instalados en La Moneda presionando por platas y competencias?
– Podría ocurrir, pero al final terminaría siendo un problema sistémico para los ciudadanos y para el régimen presidencial. Y si algunos pretendían, a través de la elección de gobernadores regionales, terminar con el régimen presidencialista, es mejor que lo hubieran dicho desde el origen. Lo que estamos viendo es distinto y para llegar a futuro a la solución que de verdad le puede cambiar la vida a las personas se necesita cambiar esas competencias con los recursos y las responsabilidades asociados, y hasta ahora eso no ha ocurrido.
«Si no se avanza nada y no hay ninguna posibilidad de generar consenso en las nuevas competencias, estaríamos frente al peor de los escenarios y ahí sí estaría de acuerdo en revaluar la elección» «Si algunos pretendían, a través de la elección de gobernadores regionales, terminar con el régimen presidencialista es mejor que lo hubieran dicho desde el origen, porque lo que estamos viendo es distinto» «Es fácil girar en base a recursos que no se tienen y después presionar para que lleguen. Tiene que haber una responsabilidad fiscal, pero para que la haya, deben haber también atribuciones claras de qué se puede o no hacer con los gobernadores regionales»
fuente: http://www.mercuriovalpo.cl/impresa/2019/06/21/full/cuerpo-principal/14/