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Hablan directivos de la Fundación Chile Descentralizado. El año decisivo para la descentralización
Hablan directivos de la Fundación Chile Descentralizado
Autor: Jaime Gré, periodista, Director de Comunicaciones Fundación Chile Descentralizado
Qué duda cabe, estamos partiendo un año que tendrá fuertes implicancias en la vida futura del país. Entre todos los hitos que viviremos hay dos que ocurrirán por primera vez en la historia de Chile. Estamos hablando de un inédito proceso constituyente, con elección directa de miembros a la Convención Constitucional, y de la elección de gobernadores regionales, ambos acontecimientos sucederán por primera vez en la historia de la República y serán un parteaguas para la vida del país y de sus regiones.
En estos procesos también se jugará el destino de la descentralización. De la forma como se acojan ciertos principios constitucionales que garanticen la transferencia de poder a las regiones y comunas en la nueva Carta Magna, así como del liderazgo y la eficacia que demuestren los nuevos gobernadores regionales, dependerá en buena medida el destino de los territorios.
Y justamente para saber qué se está pensando y haciendo para que la descentralización entre de lleno y de forma protagónica en estos procesos, convocamos a conversar a algunos de los directivos del Fundación Chile Descentralizado. Vía Zoom entrevistamos conjuntamente a su presidente, Heinrich von Baer, quien también es académico del Instituto Desarrollo Local y Regional (IDER) de la Universidad de La Frontera; a su vicepresidenta nacional, María Ignacia Jiménez, Trabajadora Social, Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente; a su director ejecutivo, Diego Portales, Economista; y a su asesor estratégico, Ismael Toloza, Doctor en Economía y Magister en Economía y Gestión Regional. Todos ellos con vastas trayectorias en asuntos regionales. Lo que sigue es una síntesis de esa conversación.
Nueva Constitución y Descentralización: Lo mínimo a proponer y a lograr
Sin duda, el primer tópico a abordar es el proceso constituyente, en el que la Fundación ha entrado de lleno coordinando un grupo de 24 expertos que elabora propuestas de descentralización y participación para la nueva Constitución, como hemos informado en boletines anteriores.
-Cuáles son los aspectos básicos que debieran quedar en la Constitución para garantizar un proceso de descentralización. ¿Qué es lo mínimo’
Para el presidente Heinrich von Baer, lo básico es “concordar un nuevo modelo de Estado y un nuevo modelo de Democracia. El nuevo modelo de Estado es uno esencialmente descentralizado, en un territorio único e indivisible. No es un Estado federal. Y un nuevo modelo de Democracia que complementa la actual democracia representativa, bastante desacreditada, con una democracia efectivamente participativa”. Y para aterrizar esta propuesta general se proponen alrededor de 15 principios constitucionales, entre los cuales Von Baer destaca tres que considera fundamentales: “primero, el principio de autonomía política, administrativa y fiscal de los gobiernos regionales y locales, en el ámbito de sus respectivas competencias; segundo, el principio de subsidiariedad territorial, que significa priorizar lo local por sobre lo regional y éstos sobre lo nacional; y tercero, el principio de equidad y solidaridad interterritorial, que significa establecer una compensación económica que asegure igualdad de condiciones en la provisión de bienes públicos de igual calidad para todos habitantes de cualquier localidad del país”.
El asesor estratégico y especialista en temas financieros regionales, Ismael Toloza, aporta con el principio de devolución, “que significa reconocer que en los territorios en que se produce la riqueza se debe compartir parte de esa riqueza con la ciudadanía de esos territorios, ya que muchas veces esa ciudadanía sufre los efectos negativos que esa actividad produce”.
-Y en cuanto al nuevo modelo de democracia, planteado por ustedes, ¿cuáles son los principios fundamentales que proponen?.
Para la vicepresidenta, María Ignacia Jiménez, hay que garantizar la futura participación y ello se hace “incorporando principios de participación en la nueva Constitución”. En su opinión “se debe establecer claramente cómo se va a redistribuir ahora el poder”, y pone el acento en tres principios fundamentales: “primero, que la participación se establezca como un principio rector en la nueva Constitución, indicando instrumentos y procedimientos para ello, y que se diga que debe estar presente en los diversos niveles del Estado, tanto local, como regional y nacional. Segundo, garantizar el derecho a la participación en los asuntos públicos, que quiere decir a qué tenemos derecho las personas, garantizando que podamos participar en aquellos asuntos que son más importantes para cada uno de nosotros en los distintos niveles del Estado, por ejemplo, consultas ciudadanas, referéndum revocatorios o sancionatorios, evaluaciones ex ante de una ley, o tener iniciativa de ley, entre otros. Y lo tercero, es lo que va a ofrecer el Estado a los ciudadanos. Nosotros postulamos que debe garantizar el derecho a la participación en los poderes públicos, lo que implica que las políticas públicas y las iniciativas de ley debieran incluir instrumentos de participación desde su origen, hasta su implementación y evaluación”.
El proceso Constituyente: ¿cómo hacerlo participativo y evitar la polarización?
A días de que se inscriban los candidatos a la Convención Constitucional, con todas las listas todavía dando vueltas, con los independientes bregando por superar las barreras para inscribirse, y sin un reglamento aún claro, quisimos saber qué se puede hacer para que el proceso constituyente sea los más participativo posible, de forma que la ciudadanía lo vea como algo transparente y no opaco, a la vez que sea dialogante, con respeto mutuo, en base a ideas y no a descalificaciones.
María Ignacia Jiménez, enfatiza que para que el proceso Constituyente sea exitoso “hay que garantizar ciertas cosas básicas, como que no todas las reuniones de la Convención se hagan en Santiago y que, en cambio, se lleven a cabo a lo largo del territorio; o que se establezcan formas de participación como asambleas en formato digital, con los distintos grupos de ciudadanos, o que sus sesiones sean públicas y sus debates transparentes y difundidos. Todo ello debiera quedar en el reglamento de la Convención”.
Por su parte, el director ejecutivo, Diego Portales, distingue dos momentos al respecto: “primero, el momento de la elección de los constituyentes, donde hay que lograr que, al menos, 2/3 de quienes resulten elegidos estén por que haya una nueva Constitución, y no en contra. Segundo, una vez electos los constituyentes, la estructura de participación tiene que ser muy intensa y para ello se requieren instituciones. Los COSOC Chile y los Consejos Regionales de la Sociedad Civil son instituciones muy valiosas para este proceso. También colaboraría mucho que hubiese observatorios de la sociedad civil, apoyados por el Estado”.
En este mismo sentido, Heinrich von Baer convoca a todos a hacer “un gran esfuerzo de información hacia la ciudadanía. No podemos pedir mucha participación si la brecha de informaciones es muy grande. Nosotros como Fundación estamos haciendo un esfuerzo para difundir este proceso”. Y aprovecha de hacer un llamado a todos los actores a mejorar el debate: “a dejar las trincheras, a buscar puntos de encuentro, para dar paso a un diálogo sincero, que privilegie lo que une de lo que separa. Solo así construiremos una Carta Magna común y buena para el futuro de todos los chilenos. Chile se merece este esfuerzo”
Ismael Toloza señala que comparte la misma preocupación: “hay que evitar la polarización y aquí los medios de comunicación jugaran un rol fundamental”. Toloza ve con temor la posibilidad “que por falta de participación se instale la idea que el proceso constituyente es una componenda de los mismos de siempre para mantener sus privilegios, lo que podría dar pie que la ciudadanía se forme una pésima opinión del proceso, y se reste de participar en el plebiscito de salida”. Para atenuar este riesgo, según Toloza hay que “combinar dos cosas: la información permanente e institucionalizada, que tiene que estar en el reglamento del proceso, que permita ver los debates y acuerdos en el día a día; con la relación activa y permanente de cada constituyente con quienes lo eligieron, fortaleciendo su compromiso personal con la participación y la rendición de cuentas”.
Para Diego Portales el rol de la Fundación en esta etapa del proceso constituyente es muy claro: “debemos comprometernos a animar diálogos constituyentes para lograr que sea el espíritu dialogante el que predomine, donde, de una parte, se conversen propuestas que sean útiles a los Constituyentes, y, de otra, se establezca un espíritu de colaboración y respeto mutuo”.
Elección de Gobernadores Regionales
Como dijimos al principio, el año 2021 trae dos hechos enteramente nuevos: el proceso constituyente y la elección de Gobernadores Regionales. Una elección, que como sabemos, pendió de un hilo hasta último momento. El que finalmente esta histórica elección se vaya a realizar es el resultado del esfuerzo de muchos, entre ellos de forma destacada de la Fundación Chile Descentralizado, que nunca dejó de alzar una voz fuerte y clara.
– ¿Cuál es vuestra evaluación de que se haya logrado finalmente la elección de Gobernadores Regionales? ¿Cuál es su significado presente y futuro?
Para Diego Portales, la elección de Gobernadores Regionales “es un hito histórico, una conquista de las regiones, que se logró con un amplio consenso, superando muchas dificultades, como los varios intentos de postergarla”. Y ve con optimismo su futuro, en especial, apostando a que “los 16 gobernadores regionales serán líderes con un nuevo tipo de liderazgo en los territorios, que propondrán estrategias de desarrollo para sus regiones, así como propuestas para sobrellevar la actual crisis económica y social, ya que cuando asuman en junio todavía estaremos aún en medio de esta crisis”.
Heinrich von Baer, por su parte, cree que esta elección “marcará un antes y un después en el proceso descentralizador ya que desencadenará el resto del proceso descentralizador” , y destaca el gran potencial de los futuros gobernadores, estableciendo las diferencias de éstos con los actuales Intendentes designados: “el gobernador regional que resulte electo estará dotado de una estabilidad de al menos cuatro años, y de ocho si lo hace bien y es reelegido; además tendrá legitimidad ciudadana de origen y un programa al momento de asumir”… y remata: “al fin tendremos a quien represente nuestras aspiraciones e intereses regionales ante el gobierno central”. Y adelanta una propuesta interesante: “nosotros como Fundación hemos propuesto que los 16 gobernadores elegidos creen una Asociación Nacional de Gobernadores Regionales a objeto de impulsar más decididamente el proceso descentralizador, así como para intercambiar experiencias y promover diversos intereses comunes”
Interrogados sobre qué aportará la Fundación a este proceso, von Baer destaca que en lo inmediato “nos corresponde aportar propuestas para los programas de los candidatos a gobernadores regionales, colaborando así a que dichos programas representen un proyecto colectivo que la ciudadanía pueda conocer y debatir. Este programa debe presentarse el 11 de enero junto con la inscripción de las candidaturas, por lo que queda muy poco tiempo”. En tanto que para Diego Portales, la Fundación: “tiene un rol importante que jugar ya que hemos acompañado todo el proceso y tenemos mucho que aportar a los futuros gobernadores y sus gobiernos regionales”.
Instalación de los nuevos Gobiernos Regionales: No se parte de cero
Sin duda la instalación de los nuevos Gobernadores Regionales el próximo 11 de junio será un proceso complejo, no exento de dificultades, especialmente por la coyuntura en la que asumirán, probablemente signada aún por la pandemia y ciertamente por los coletazos sociales de la crisis económica. Pero lo más complejo será la irrupción de este nuevo actor, que se puede calificar de histórico, el que deberá abrirse un espacio para realizar y legitimar su quehacer, con muchas ganas, según todos, pero con pocas herramientas, según algunos.
– Se percibe que hay mucha expectativa en el nuevo gobernador, pero se sabe que éste contará con pocas herramientas (facultades y competencias) y recursos. ¿Cómo lo ven ustedes?
El director ejecutivo, Diego Portales, lo ve más como un desafío para el nuevo Gobernador Regional ya que estima que éste “va a tener un amplio espacio de movimiento”. Y expone sus motivos …” en primer lugar porque cuando asuman en junio próximo van a encontrar regiones muy deprimidas. A esa fecha recién estará en proceso la vacunación masiva contra el virus y ello implicará mucha relación y coordinación con el gobierno central y con los municipios, los que por tener a cargo la atención primaria de salud jugarán un rol muy relevante en la vacunación. Por otra parte, la economía todavía no emergerá de la situación en que la dejó la pandemia, y habrá que enfrentar problemas de pobreza, así como de micro, pequeñas y medianas empresas en situación muy difícil. Y como sabemos, uno de los roles de los gobernadores regionales es el del fomento productivo, lo que le permitirá promover políticas de reactivación económica y políticas de empleo en los territorios, en acuerdo con los municipios y en alianza con el gobierno nacional”. Y Portales cierra poniendo énfasis en el liderazgo: “si bien estos dos aspectos, salud y reactivación con empleo, puede que no estén en la letra de las competencias entregadas hasta ahora, sin duda representan una oportunidad para ejercer un liderazgo en el corto plazo”.
Para Ismael Toloza, si bien los temas de la coyuntura son inescapables, prefiere colocar la mirada en otro aspecto, de maduración distinta. Toloza nos dice: “la principal misión del Gobernador debiera ser comenzar a construir un proyecto región. Actualmente no existen proyectos región que sean consensuados y de largo plazo. Por ello, el Gobernador tendrá un enorme rol en construirlo con los actores y ciudadanía de su región. Sera un proceso de conversación con parlamentarios, Cores, con alcaldes, con organizaciones de la sociedad civil, con las universidades. Esto le permitiría hacer una planificación de sus cuatro años, así como abordar de mejor manera la contingencia. Y si a ello le sumamos que deberá comenzar a preparar los fundamentos de las competencias que solicitará al año siguiente, en verdad tendrá mucho que hacer. Además, no podemos olvidar que esto se hará en medio del proceso constituyente en su territorio, lo que les demandará un rol adicional”
La vicepresidenta, María Ignacia Jiménez, conocedora del funcionamiento de los gobiernos regionales, nos entrega una mirada muy aterrizada y concreta, a considerar por toda futura autoridad, cuando nos dice: “los gobernadores no llegan a construir un mundo desde cero. Su estabilidad de cuatro años, lo que no es poco considerando que el promedio de los intendentes es de un año y medio, les da una tremenda oportunidad. Ellos saben que los Gobiernos Regionales cuentan con un grupo importante de funcionarios que tienen trayectoria y experiencia, conocen la región y saben cómo funcionan los distintos sistemas. Estos funcionarios están expectantes y dispuestos a colaborar activamente con la nueva autoridad. Por otra parte, se cuenta con un Consejo Regional, que tiene ya un grado de experiencia como autoridad elegida y bastante experiencia en la gestión territorial, y están también expectantes. Hay capacidades, instrumentos y también información”. Y cierra enfatizando en la necesidad de poner atención en los vínculos con la ciudadanía y en las brechas internas en las regiones, señalando que “por una parte, muy importante será la relación del Gobernador Regional con los ciudadanos y ciudadanas, informando que está haciendo, qué van a poder hacer y qué no, y cuáles serán las causas por las que se la jugará” … y, por otra, “deberá abordar el centralismo intrarregional, que ahoga a muchos territorios”
Y ¿cómo ven la figura de el Delegado Presidencial?
Aquí no hay matices, y Diego Portales parece expresar el sentir de los cuatro cuando dice: “espero que los delegados presidenciales no se transformen en un obstaculizador del proceso y se sumen al liderazgo del Gobernador Regional, y colaboren en la coordinación entre los servicios públicos y el Gobernador, aparte, por supuesto, de sus temas propios, como es la seguridad”
Para ir cerrando este punto, Diego Portales nos da un mensaje de fondo sobre el significado y el tono del proceso, cuando señala: “hay que destacar que todo el proceso de descentralización es colaborativo, ya que hasta aquí, y sobre todo en el debate político, se tiende mucho a subrayar la confrontación. Pareciera que entregarle competencias al nivel subnacional establecería una lucha desatada entre los diversos niveles del Estado, cuando en realidad al descentralizar se está incorporando más gente, más niveles, lo que es inclusivo; es decir, se está incluyendo nuevos actores, que siendo autónomos, en el sentido que no son mandados, también son colaborativos. Visto así, desde una lógica más inclusiva, autónoma y colaborativa, el fenómeno se percibe de otra manera”.
Mejoras en la Gestión del Gobierno Regional
Para la institución Gobierno Regional, con sus estructuras y funcionarios, sus divisiones y unidades, tampoco será fácil adaptarse a la nueva autoridad. Por primera vez estarán al servicio de una autoridad con legitimidad de origen (elegida por los ciudadanos y ciudadanas de la región) y por un plazo predecible de cuatro años. Si a ello agregamos un programa regional, que el Gobernador propuso a la ciudadanía cuando era candidato, es razonable preguntarse qué mejoras podría hacer el Gobierno Regional para facilitarle su quehacer a la nueva autoridad.
En qué habría que mejorar la gestión del Gobierno Regional para el éxito del nuevo gobierno encabezado por el Gobernador Regional
Ismael Toloza entra de frente al tema: “si hay algo estrictamente necesario es mejorar los sistemas de información regional. Hasta ahora se hace política pública a ciegas. No tenemos indicadores ni datos regionales. No sabemos cuáles son los impactos y resultados de lo que se implementa. Hasta ahora el único monitoreo es sobre la ejecución del gasto, no importando mucho en qué se gastó. Esto puede cambiar si se aprueba la ley que permita traspasar para el año siguiente lo no ejecutado durante el año presente, como saldo inicial de caja. Ello ayudaría a liberar tiempo y capacidad para poner el acento en proyectos estratégicos o emblemáticos. Pero lo principal es mejorar la data y la información porque además de fortalecer la gestión, sirve para definir con fundamento los énfasis de las políticas públicas regionales, es decir a que va apostar”.
Por otra parte, Ismael Toloza recomienda que se tomen el tiempo para elegir a los mejores para jefes de división, quienes son el “brazo armado del gobernador regional, ya que son los que tienen que defender y representar el proyecto del gobierno regional”.
Siguiendo con el tema de la información, von Baer aporta otra mirada muy relevante, cuando enfatiza que “sin buena información siempre va a ganar el centralismo intraregional. Por ejemplo, los principales problemas de pobreza se viven en comunas específicas. Por ello disponer de más y mejor información que permita focalizar las políticas y recursos es muy importante para llegar donde hay que llegar. Ello supone tener indicadores con desagregación local. Su ausencia refuerza a las grandes desigualdades en la distribución de todo tipo de bienes públicos”.
Entrando a otros ámbitos de posibles mejoras, María Ignacia Jiménez pone el acento en otro gran problema que afecta gravemente el quehacer público en todos los niveles: la falla de coordinación: “la falla en la coordinación en la esfera pública es muy grande, la que se expresa, por ejemplo, en los gobiernos regionales en la relación entre las áreas de planificación y la de inversiones. El administrador regional puede jugar en esto un rol clave, y por ello, ojalá sea un profesional con un perfil de continuidad”
Por último, Diego Portales, plantea fortalecer la institucionalidad ya aprobada pero no puesta aún marcha, cuando propone: “constituir los Comités de Ciencia Tecnología e Innovación para el Desarrollo, que debieran ser instancias público- privadas y académica-social. Esto podría ser un lugar privilegiado para generar una visión compartida del proyecto región. Por otra parte, debe haber en el Gobierno Regional un centro o unidad, dedicada a la elaboración de pensamiento estratégico con la generación de datos y análisis propios para apoyar con evidencias las políticas del gobernador regional”.
Como vemos a la Fundación Chile Descentralizado no le faltan ideas y propuestas, y muchos menos las ganas de participar a fondo en estos procesos. Suerte en ello, es lo menos que le podemos desear.