Opinión
INTELIGENCIA ESTRATÉGICA PARA GOBERNAR LAS REGIONES
Por Patricio Vergara, miembro de la Fundación Chile Descentralizado
A pesar de los temores e intentos dilatorios de parte de la elite política nacional (y los anuncios catastrófistas de algunos de sus intelectuales santiaguinos), se aproxima acelerada e inexorablemente el día en que los ciudadanos de las regiones de Chile (incluida la RM de Santiago) podrán elegir a quien dirija los destinos de su entorno.
La Fundación Chile Descentralizado…Desarrollado ha puesto, por tanto, el foco en un nuevo e inédito desafío: ¿Cómo asegurar que los gobernadores regionales puedan ser eficaces en su gestión? El Libro “Desarrollo Territorial Colaborativo”, que se puede encontrar en www.chiledescentralizado.cl aborda este tema clave.
La descentralización es, ante nada, un proceso de captación y gestión del poder y el centro del debate debe ser colocado en la capacidad del futuro gobierno regional de responder a la pregunta política más básica: ¿Qué hacer? Porque sabiendo cual es el destino al que aspira colectivamente una región se escoge mejor los medios para llevarlos a cabo. Si bien cada 10 años las Estrategias Regionales de Desarrollo (ERD) obligan a determinados grupos regionales a “soñar” su entorno. Mientras continúen los Intendentes designados (y depuestos) por la sola voluntad presidencial se trata de un ejercicio onírico sin capacidad alguna para concretarlos. Un ejemplo claro es Atacama, donde apenas 1 de cada 4 proyectos aprobados por los GORE aporta a la ERD elaborada en 2007.
Los diálogos programáticos que está organizando la Fundación Chile Descentralizado… Desarrollado en forma previa a la elección de gobernadores, serán una importante contribución a este propósito, porque permitirá dar a conocer lo que cada candidato postula para desarrollar su región y avanzar hacia consensos estratégicos.
Una tarea fundamental y permanente será, sin embargo, gestar en cada región una masa crítica de especialistas capaces de transformar información y datos en políticas públicas territoriales adaptadas a los desafíos de la comunidad regional. La nueva Ley de Universidades Estatales es un paso importante para crear estas instituciones de “inteligencia estratégica” en directa sintonía con el Gobierno Regional, especialmente con el CORE. Las regiones mayores como Biobío y Valparaíso poseen una importante masa crítica para esta tarea y probablemente tendrán condiciones de fundamentar el traspaso de nuevas comptenecias a sus nuevos gobiernos regionales. Por ello, las regiones de menor peso económico y demográfico deberán hacer una importante inversión en gestión del conocimiento en su territorio para gestar a la brevedad una capacidad de interlocución calificada con las instancias nacionales de poder.
Así evitaremos que la descentralización incremente la actual divergencia económica regional.