Opinión
Litio: el mundo nos observa
por: Jorge Tabilo Álvarez – Rector Universidad Católica del Norte
El mundo observa a la región de Antofagasta. Durante el último tiempo, empresas y gobiernos de numerosos países han manifestado su interés por participar de una u otra forma en la promisoria industria derivada de la explotación del litio.
Y no es para menos: el metal más liviano se usa en las industrias del aluminio, del vidrio y de la cerámica, en los sistemas de aire acondicionado y de control de humedad, en la medicina y, por supuesto, en la fabricación de baterías. En esta última área, en el pujante mercado de los teléfonos móviles, computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos; así como en la creciente industria de los autos eléctricos, ya que la electromovilidad es la solución que ve el mundo a los problemas derivados de la dependencia de los combustibles fósiles.
Antofagasta presenta ventajas evidentes para la explotación y desarrollo de una industria en torno al litio, contando, en primer lugar, con el 52% de las reservas mundiales, en forma de salmueras.
Segundo: es una región minera, que cuenta con las capacidades de transporte, mano de obra, experiencia, generación de tecnologías para el sector, encadenamientos probados en la industria cuprífera y, sobre todo, una fuerte cultura que permea a prácticamente todos los habitantes de la zona.
Tercero: el potencial que se tiene para la implementación de un gran ecosistema de I+D+i+e, en que confluyen las capacidades de las universidades locales y de otras a lo largo del país y del extranjero, junto al sector privado y con el apoyo del Estado. Todo esto, teniendo como telón de fondo el gran laboratorio natural que es el Desierto de Atacama: hermoso, generoso y rico en posibilidades para el desarrollo sostenible, con alternativas como el uso de agua de mar y la obtención de energía a partir del Sol, el viento y el océano.
La Universidad Católica del Norte ya ha avanzado en la creación de un ecosistema de I+D+i+e, en torno a su Parque Científico y Tecnológico, la labor de sus investigadores, su involucramiento con la comunidad y el liderazgo en el Hub APTA (Andes Pacific Technology Access) para transferir, a nivel nacional e internacional, tecnologías y conocimientos generados por 15 instituciones asociadas. A esto suma un rol igual de relevante en el Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras (Ciptemin) que busca pilotar, validar y certificar procesos mineros a fin de fomentar la innovación empresarial del sector y el desarrollo de productos o servicios de alto valor y potencial de mercado.
De ahí la decisión de la UCN por buscar las alianzas necesarias para implementar en la región el Centro de Transición Energética y Materiales Avanzados para la Industria del Litio. Es, sin duda, la mejor opción. Y el mundo observa cómo hemos planteado un modelo de desarrollo colaborativo, que aprovecha las ventajas comparativas del territorio y la experiencia y capacidades de sus instituciones de educación superior, además de brindar nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.
fuente: http://www.mercurioantofagasta.cl/impresa/2018/11/25/full/cuerpo-principal/8/