Noticias
«Quienes ganen las gobernaciones van a tener un primer periodo con muchas limitaciones»
El senador de Revolución Democrática Juan Ignacio Latorre es el único miembro de su partido y del Frente Amplio en llegar a la Cámara Alta, por lo que está en la primera línea de su conglomerado, que en la Región de Valparaíso tiene una de las mayores presencias, pues además está el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, y los diputados Jorge Brito, Camila Rojas y Diego Ibáñez, escenario que esperan aumentar y replicar en otras regiones, siendo su deseo para el próximo periodo contar con una bancada de senadores frenteamplistas.
En el plano regional, Latorre tiene una evaluación crítica del intendente, Jorge Martínez, pues estima que como representante del Presidente Piñera en la región, «no ha estado a la altura de los principales problemas y conflictos que acarrea la región. Si vemos la escasez hídrica, el tema portuario, de la zona de sacrificio en Quintero y Puchuncaví o la reactivación económica, Piñera llegó con un discurso de ‘los tiempos mejores’ y esta es la región que más ha decrecido en el país, que más estancamiento económico tiene con un alto desempleo y economía informal; entonces, en ese sentido la autoridad regional no ha estado a la altura».
RESPUESTAS PARCIALES
– ¿Cuál es su evaluación de cómo el intendente aborda los temas críticos?
– En el caso de la zona de sacrificio me parece que no ha sido sensible frente a un conflicto que es estructural, esto en periodo de campaña nosotros lo planteamos varias veces, este es un tema que Chile viene arrastrando y que claramente había que construir un programa. Y frente a la emergencia, por ejemplo, el año pasado con las intoxicaciones, hoy día llevamos un año y después de un fallo de la Corte Suprema todavía no tenemos ni una empresa sancionada ni multada, hay un plan de descontaminación que es insuficiente, sigue habiendo varamientos de carbón y peaks de contaminación. En el caso de las escasez hídrica también, cuánto se ha demorado el Gobierno en decretar la Emergencia Agrícola y Ganadera, en declarar Zona de Catástrofe, los animales se están muriendo y pareciera ser que el Gobierno está empeñado en mantener un modelo de potencia agroalimentaria pero sin dar cuenta del conflicto de escasez hídrica. Parece que el Gobierno no está interesado en cambiar el modelo de privatización del agua, lo que quiere es darle certeza jurídica a los grandes empresarios, pero eso es insostenible, por eso yo creo que el intendente no ha estado a la altura en esta región, que es una de las que más sufre el conflicto hídrico, en un escenario de cambio climático además, vemos que el Gobierno está dando respuestas parciales y a ciegas.
– ¿Teme intervencionismo electoral del intendente ahora que luce como eventual candidato a gobernador regional?
– Uno entiende que son las reglas del juego y no es lo ideal en términos de la calidad democrática, pero lo han hecho todos los gobiernos, y sabemos que la derecha también tiene una competencia interna muy fuerte. El senador Francisco Chahuán probablemente quiera promover otra candidatura desde RN, suenan otros nombres como Andrea Molina, entonces la derecha tendrá que definir sus cartas, pero obviamente, el tener la intendencia, como funcionario de confianza del Presidente de la República, a un año de las elecciones, podría dar pie a poner todo el aparato estatal al servicio de sus candidaturas. A nosotros no nos preocupa porque vamos a competir igual y creemos que la ciudadanía hoy ya no se compra el cuento de los tiempos mejores y todo esto que prometió Piñera en la región.
– ¿Cree que la elección de gobernadores regionales sea un punto de inflexión en la descentralización, como se ha dicho?
– Yo creo que es un paso adelante en descentralización, pero no es definitivo, y probablemente quienes ganen las gobernaciones regionales van a tener un primer periodo de cuatro años con muchas limitaciones institucionales, van a tener un delegado presidencial compitiendo con atribuciones, va a haber confusión, muchas veces de atribuciones y competencias, a quién le toca qué, quién tiene la responsabilidad, a quién responden los seremis. Si bien la ley establece cierta diferenciación, todavía falta afinar reglamentos, más recursos y que, efectivamente los gobernadores puedan impulsar un proyecto regional. Yo creo que la primera etapa va a costar y en eso hay que aclarar expectativas a la ciudadanía. Un gobernador regional sí va a tener agencia política, porque no va a depender de La Moneda, sino del voto ciudadano y va a tener que rendir cuentas a la gente; sí va a poder denunciar irregularidades, meterle presión a la institucionalidad, porque tiene el apoyo popular para hacerlo, pero en muchos casos no va a tener las facultades para hacer lo que quisiera en la región. En el fondo, va a haber un periodo de prueba, pero creo que se avanza en la dirección correcta en términos de descentralización.
– ¿Ve a una persona del FA o RD en ese cargo?
– Tengo la convicción de que, como Frente Amplio, tenemos que competir en las próximas elecciones de gobierno regional, independiente de la figura. Tenemos que construir un programa de gobierno y tenemos que levantar una candidatura única como Frente Amplio. Si eso implica que haya distintas orgánicas o candidaturas independientes pero frenteamplistas que quieran competir, bueno, tendremos que resolverlo vía primarias legales, que es un mecanismo democrático; pero más allá de los nombres, tenemos que profundizar nuestra propuesta programática y competir. Ojo que si nadie obtiene el 40% de los votos se pasa a una segunda vuelta.
OTROS APOYOS
– Y en caso de que la carta del FA no pase a segunda vuelta ¿están dispuestos a apoyar otra candidatura en esa instancia o condicionar ese apoyo?
– Bueno, si vemos la elección presidencial del 2017, finalmente terminamos, la mayoría del Frente Amplio, apoyando a Alejandro Guillier en segunda vuelta, y en ese momento ni siquiera condicionamos ese apoyo. Creo que hoy día en la región tenemos las condiciones para llegar a un tipo de acuerdo con otros partidos tradicionales fuera del Frente Amplio para un escenario de segunda vuelta; esperemos que nosotros seamos quienes tengamos que buscar ese apoyo, pero si ellos pasan hay que condicionar ciertas prioridades programáticas porque hoy día tenemos en la región un senador, tres diputados, tenemos alcalde, esperemos elegir más alcaldes, más concejales, tenemos cores, es decir, el Frente Amplio tiene posturas que poner sobre la mesa en términos de un apoyo, o sea, no se trata de simplemente dar un apoyo para ganarle a la derecha, sino que llevar adelante ciertas prioridades programáticas. Tenemos que construir ese escenario de diálogo con las fuerzas tradicionales que están fuera del FA.
– ¿Qué candidatos del FA podrían competir en la región?
– Hoy en el Frente Amplio hay múltiples figuras, hay dirigentes, está el mismo alcalde Jorge Sharp, pero más allá de centrar la discusión en los nombres, yo creo que hay que centrar la discusión en el programa.
– Mencionó al alcalde Sharp, pero él ha dicho que para lograr lo que busca en Valparaíso requiere otro periodo como alcalde. ¿Está de acuerdo con eso o preferiría que asuma otra candidatura?
– Estoy de acuerdo con el alcalde Sharp en que es importante que profundice los cambios que ha iniciado, le tocó muy duro al recibir una alcaldía en condiciones de déficit, de deuda, con temas de corrupción asociados y en poco tiempo, con las manos limpias, ha tratado de subir los estándares de probidad, transparencia, disminuir el déficit, hacer innovación, algunas cosas en salud, temas comunitarios, regular la construcción en altura; pero falta, obviamente, profundizar un programa, y para eso un segundo periodo puede ser muy bueno. Yo valoro que el alcalde Sharp está demostrando una experiencia de gobierno, transparente, con participación ciudadana, el Pladeco está siendo demostración de aquello, y eso hay que proyectarlo en un segundo periodo, en eso estoy de acuerdo y lo vamos a respaldar, pero obviamente, Jorge es una alternativa interesante para el Frente Amplio, como puede haber otras, lo importante, insisto, no es poner las figuras por sobre el proyecto colectivo, que todavía está en construcción, que tiene que madurar, pero eso es lo que nos debería diferenciar de las coaliciones tradicionales, que muchas veces ponen las figuras por sobre el proyecto.
ALCALDES Y SENADORES
– En los últimos años los alcaldes han adquirido un rol preponderante. ¿Cómo se resiente eso en un Senado acostumbrado a tirar los hilos de la política regional?
-A mí me parece muy bien que ocurra eso con los gobiernos locales. Daniel Jadue ha sido un gran ejemplo y también el alcalde Sharp y otros que pueden tener menos renombre pero que han hecho cosas muy interesantes a nivel local, de innovación comunitaria. Yo creo que la política chilena hoy día tiene un déficit de proyectos, los alcaldes están intentando perfilar un proyecto a nivel local pero que es difícil extrapolarlo a nivel nacional. Es decir, un alcalde no se puede hacer cargo, por ejemplo, de la necesidad de superar un sistema privatizado de pensiones, de seguridad social o, por ejemplo, de la crisis ecológica, con las zonas de sacrificio. Los alcaldes tienen facultades limitadas para aquello, pueden hacer algunas cosas a nivel local en términos de gestión de residuos, de gestión verde, pero un proyecto nacional que implique adaptación al cambio climático no depende tanto de la administración alcaldicia.
¿FALTA DE MADUREZ?
– Dentro del FA ha habido bullados conflictos, como el de Alberto Mayol con Giorgio Jackson, por ejemplo. ¿Cree que le ha faltado madurez a los dirigentes del FA para enfrentar estas situaciones?
– Yo creo que nos ha faltado madurez y los que estamos en primera línea tenemos que intentar cuidar el proyecto, y si hay diferencias políticas, de visión, de estrategia, de tácticas, de prioridades, que es legítimo que existan al interior de una coalición o incluso dentro de un partido, hay que aprender a canalizar esas diferencias constructivamente. Esto se trata de un proyecto democrático, no es un ejército.
– ¿Cree que pasan la prueba de la blancura en el uso de platas políticas? Está el caso de RD y los cuestionamientos por parte del Servel, por ejemplo.
– A ver, había más bien un desorden administrativo pero no hubo nunca una acusación de corrupción ni de que alguien se llevó la plata para la casa o dirigentes que se enriquecieron con la política, eso no. Hubo casos puntuales, más bien de desorden administrativo y contable que se resolvieron adecuadamente, y eso se despejó en la gestión anterior del presidente nacional de Revolución Democrática. El partido ni siquiera fue multado. En esto RD y el FA, una de nuestras características ha sido que venimos con las manos limpias, no le debemos favores a las grandes empresas, nuestras campañas han sido, en general, austeras, los grandes empresarios no nos han apoyado o financiado ni tampoco hemos ido a pedirles plata, como en su momento otros fueron a Soquimich, a Penta, para qué decir la Ley de Pesca. O sea, en eso el Frente Amplio tiene una diferencia respecto de los partidos tradicionales y creo que eso es algo que tenemos que seguir cuidando, tenemos que cerrar flancos y no estar expuestos a conflictos de interés porque eso finalmente nos repercute en el proyecto colectivo en términos de confianza, de credibilidad.
Crisis hídrica
– ¿Comparte la visión de que la estrategia para enfrentar el cambio climático es cuestionar el modelo de desarrollo neoliberal?
– Yo creo que el modelo de desarrollo neoliberal que se implantó en dictadura en los años 80 está agotado, está haciendo crisis. Aparte de las violaciones a los derechos humanos, en la dictadura se instauró un nuevo Código Minero, nuevo Código de Aguas, nuevo Código del Trabajo, nueva Constitución, AFP, seguridad social privatizada, educación pública debilitada, es decir, la dictadura implicó un nuevo modelo de desarrollo al servicio de grandes grupos económicos que concentran la riqueza en nuestro país. Este modelo, que fue pensado por los Chicago Boys, hoy día, ya el año 2019, acercándonos a la década del 2020, ya no es sostenible en un escenario de cambio climático, de Siglo 21, de una revolución tecnológica que avanza muy acelerada. El ministro de Agricultura está anunciando que Chile puede ser una potencia agroalimentaria ¿Con qué agua? si las cuencas están sobreexplotadas, el modelo de privatización tiene sobreotorgados los derechos privados de aprovechamiento de aguas para las grandes empresas agrícolas.
– ¿Qué modelo alternativo plantean ustedes?
– Chile podría ser, perfectamente, un ejemplo de potencia agroecológica, pero eso implica una gestión pública del agua, cuestionar el modelo de propiedad privada del recurso, garantizar el consumo humano en primer lugar, garantizar a la pequeña y mediana agricultura familiar campesina, y regular con un ordenamiento territorial porque no puede ser que un privado diga «yo quiero plantar con paltas un cerro porque soy inversionista y soy dueño de los medios de producción y hago lo que quiero». Tiene que haber ordenamiento territorial, dónde se puede y dónde no se puede, dónde hay cuencas que van a estar sobreexplotadas y la comunidad va a quedar sin agua, que es lo que estamos viviendo en Petorca, Cabildo, y cada vez más hacia el interior de la región. O las zonas de sacrificio, ¿cómo puede ser que Chile mantenga todavía termoeléctricas a carbón? Tenemos 28 termoeléctricas a carbón y vamos a celebrar la COP25 a fin de año. Chile tiene que cerrarlas, nosotros le hemos pedido a Sebastián Piñera que lo haga en su periodo, por lo menos algunas que descompriman las zonas de sacrificio, pero lo que hizo Piñera es empezar el 2022, cuando él ya no sea Presidente. Así es fácil, ¿no? O al 2040, mientras que nosotros hemos dicho, y esto lo respaldan prestigiosos académicos de distintas universidades en Chile, que el país podría acelerar la reconversión energética y reemplazar las termoeléctricas a carbón por energías limpias al año 2030.
-¿Qué se necesita para eso?
-Eso requiere voluntad política, por eso el FA se tiene que preparar para gobernar y decir «como Frente Amplio, en un periodo de cuatro años, podemos perfectamente cerrar la mitad de las termoeléctricas a carbón en Chile, 14, y de las zonas de sacrificio todas; pero al mismo tiempo acelerar la inversión en energías limpias. Ese es el tipo de cosas de un nuevo modelo de desarrollo, sostenible ecológicamente, que se adapte al cambio climático, es lo que los gobiernos tradicionales, tanto la derecha como la exconcertación, insisto, no han estado a la altura.
«El Gobierno no está interesado en cambiar el modelo de privatización del agua, lo que quiere es darle certeza jurídica a los grandes empresarios, pero eso es insostenible»
«Chile podría ser, perfectamente, un ejemplo de potencia agroecológica, pero eso implica una gestión pública del agua y cuestionar el modelo de propiedad privada del recurso»
Fuente: http://www.mercuriovalpo.cl/impresa/2019/09/23/full/cuerpo-principal/8/