Opinión
Reforma Tributaria: consideraciones al aporte a las regiones
Por estos días, el ministro de Hacienda indicó que se incluirá – como parte de las medidas para viabilizar la
Reforma Tributaria – un mecanismo de redistribución interregional de los recursos, evitando la concentración en
las regiones más atractivas o con mayores recursos, poniendo así en el centro de la discusión, la forma de
distribución. La distribución que se plantea es de un tercio a la región, otro tercio a la municipalidad donde se
realiza el proyecto y un último tercio, a un fondo común.
Como se explicó en la prensa y por el Ejecutivo, el 1% del aporte (tributo) regional, será sobre las inversiones
superiores a US$ 10 millones destinando el 1% de estas a la región y a la(s) comuna(s) en la que se desarrollen
los proyectos.
La primera consideración importante es establecer que estamos en presencia de un tributo adicional, que se
considera como gasto aceptado a la renta de la empresa. Cumpliendo con todos los requisitos de tributo, por tal
motivo no se entiende la idea de no llamarlo tributo especial por inversión en las regiones. Éste sería un cobro de
Responsabilidad Social Empresarial por el impacto ambiental al lugar donde se generan proyectos de inversión.
Segundo, es bastante atractivo que se subdividan los aportes destinados a la región. En primera instancia, el
tercio a las municipalidades, son ellas y los ciudadanos de las mismas quienes serán los más afectados por los
proyectos de inversión, más si estas inversiones dañan su localidad de alguna forma, entonces este aporte sería
una compensación por el daño. En cuanto al tercio a la región donde se realice la inversión, puede considerase
positivo ya que en grandes inversiones y proyectos no sólo se daña una comuna. Por último, el tercio destinado a
un fondo común regional, esperando que este último fondo sea distribuido a las regiones con menores recursos y
que son las menos atractivas para los inversores, hace posible la idea que los nuevos recursos se gasten en bienes
duraderos (infraestructura) o en educación o salud, para que no pierda su objetivo en ayuda al crecimiento del
país en su conjunto.
Tercero, la consideración más importante es legislar para que estos aportes no sean obtenidos por gobiernos
regionales y/o municipios que oferten zonas de sacrificios medioambientales. Este punto es el más delicado, ya
que, si este mecanismo se vuelve popular para atraer recursos nuevos a las regiones, puede ser un caldo de
cultivo de corrupción, donde pueden surgir malas prácticas, por lo que se requiere al fiscalizar permanentemente
estas nuevas inversiones.
Ultima consideración, el tercio destinado a las municipalidades donde se realice la inversión corresponde a lo
más notorio y efectivo. En primera instancia, se rompe con el segundo centralismo que se genera en nuestro
país: la centralización de los recursos en gobiernos regionales. Recordemos que prontamente se elegirán
democráticamente a los gobernadores regionales, y esto puede incentivar a variar las inversiones sociales que
realicen con los recursos obtenidos por otros motivos, postergando a las propias comunas que sufran el impacto de la inversión. Además, promueve autonomía de decisión municipales, las cuales pueden destinar estos recursos
a mitigar los daños durante y después que se realice la inversión. Por ejemplo, el propio metro en la región
metropolitana ha ocasionado grandes trastornos durante el desarrollo de las obras, todos estos pueden ser
minimizados y costeados con los recursos obtenidos mediante este mecanismo.
Todavía hay mucho que esperar. Aún no se aprueba la idea de legislar, quedando en el tapete ideas: cómo estos
recursos se aportarán durante tres años, cómo se fiscalizarán y cómo se reglamentaría la distribución de los
mismos.
Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2019/04/21/reforma-tributaria-consideraciones-al-aporte-a-las-regiones/