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Votación pone en juego credibilidad del Senado
Por Dr. Patricio Vergara, Vice Presidente Fundación Chile Descentralizado… Desarrollado.
Visto en un horizonte tendencial de mediano plazo, la iniciativa gubernamental de elección de gobernadores regionales ha tenido la enorme virtud de generar un elevadísimo consenso en la clase política chilena: nadie se opone a la descentralización política. Candidatos presidenciales, senadores y diputados, dirigentes de partidos políticos y líderes de las más diversas tendencias se han pronunciado a favor de una democracia regional que sólo permita elegir la máxima autoridad regional sino también dotarla de competencias, instrumentos y recursos para movilizar la economía y la sociedad regional. Incluso ha emergido una visión sistémica de la descentralización que es la misma que nos inspiró en la Comisión Asesora Presidencial en Descentralización y Desarrollo Regional en 2014.
La existencia de una creciente demanda de la opinión pública nacional y regional, por cierto, ha contribuido colocar el tema en un lugar muy relevante de la agenda política. Mal que mal si el 81% de los chilenos lo pide y los cabildos lo han elevado a uno de los tres primeros valores constitucionales, ello no podía ser desoído por quienes son representantes de la ciudadanía.
De tal forma que cabría esperar que, así como el Senado el 1º de marzo de 2016 votó unánimemente por legislar sobre la elección de los gobernadores regionales (salvo el senador por Santiago Carlos Montes) el miércoles 5 de octubre de 2016 una gran mayoría le dé luz verde al proyecto después de 7 meses en la Comisión de Gobierno. Ello generará la urgencia inmediata del gobierno para la Ley Orgánica Constitucional que defina los detalles de la elección y, al mismo tiempo, para la Ley Orgánica sobre traspaso de competencias que dotará a la máxima autoridad regional de las respectivas atribuciones, proyecto que cumplirá 5 años en el parlamento. El Ministro Eyzaguirre ha comprometido la Suma Urgencia legislativa de manera de asegurar su pronto despacho y así permitir honrar el compromiso del 21 de mayo de 2016 de la Presidenta de ingresar la Ley sobre Rentas Regionales que aportará los recursos.
Los medios de comunicación de masas nacionales, cuya labor se focaliza en el día a día, muestran, en cambio, un escenario de elevados desacuerdos entre los parlamentarios y una abierta oposición de dos de los tres principales candidatos presidenciales a elegir al gobernador regional. Todos aparecen adhiriendo a la elección democrática, pero entre quienes se oponen al proyecto del Ejecutivo, predominan claramente… ¡los que quieren más descentralización! Tanto en la oposición (E. Von Baer, A. Espina, por ejemplo) como entre los parlamentarios “de gobierno” (C. Montes, F. Harboe, P. Araya, por ejemplo). En la Cámara de Diputados también destacaron quienes dicen defender la mayor autonomía regional en la aprobación de la LOC de transferencia de competencias el 1º de junio de 2016.
De tal forma que, por primera vez en la historia de Chile, parece haber un consenso declarado en que ha llegado el momento de distribuir poder hacia los territorios, de manera de integrar el país para enfrentar los importantes desafíos de su desarrollo. Es eso lo que debería reflejar la transcendental votación del miércoles 5 de octubre de 2016.
Una votación adversa a la elección de gobernadores regionales significaría que estamos frente a una gran mentira, lo que creemos no sería posible para un Senado tan cuestionado en su credibilidad y que debe, en parte importante, enfrentar el escrutinio de la ciudadanía en un año más. Una ciudadanía más activa y con mejor memoria que confía en que sus parlamentarios estarán a la altura del momento histórico y no querrán pasar a la historia como los verdugos de las legítimas aspiraciones del pueblo chileno.